En mundo futuristico en el que los individuos son clasificados por marcadores genéticos y tipo de personalidad y así incorporarse a algún papel dentro de la sociedad; los alborotadores terminan en Mercurio.
Luiza siempre quiso ser agente de policía, pero el sistema automatizado Grapevine tiene otro planes para ella - Caza recompensas en un mundo de mineros y cyborgs en donde la fuerza excesiva esta permitida en la Ley.
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